Descripción
Ajo, Espino y Olivo son tres sustancias que de forma habitual están presentes de manera simultánea en muchos complementos alimenticios. El Ajo es muy conocido en la cultura mediterránea. Todo el mundo conoce el sabor y el olor característico del ajo, el cual se debe a su composición: Aliina, Fósforo, Silicio y Vitaminas del grupo B. El Espino blanco es una especie de gran distribución en Europa, donde frecuentemente es conocido como espino albar. Sus hojas y flores, han sido ampliamente utilizadas debido a la cantidad de Flavonoides y Proantocianidrinas que contienen. Para finalizar, el último componente de estas perlas es el Olivo. Hojas y aceite son utilizados por la riqueza y valor de sus principios activos.
Espino Blanco (Crategus oxyacantha):
El espino blanco es un árbol espinoso que produce unos frutos de gran interés por los falvonoides que contienen. Así pues, desarrollan una acción cardiotónica y de mejora del corazón. También contienen catequinas que mejoran la circulación, regulando la tensión arterial y el ritmo cardíaco, y dilatando las coronarias.
El espino blanco, conocida como “la valeriana del corazón”,pues su acción ha sido estudiada desde el siglo XIX, recomendándose en problemas cardíacos de origen nervioso manifestados por fuertes palpitaciones y opresión, ayudando también a conciliar el sueño.
El modo de acción del espino blanco se basa en la disposición de energía a las células del corazón, produciendo un aumento de la fuerza contráctil y regulando su ritmo.
Ajo (Allium sativum):
El aceite de ajo es un antibiótico natural que inhibe el crecimiento de hongos y bacterias causantes de problemas respiratorios e intestinales. Ayuda a prevenir la arteriosclerosis y los accidentes vasculares por su actividad hipolipemiante al inhibir la síntesis de colesterol y triglicéridos. También posee acción antihipertensiva, lo cual reduce la tensión arterial y favorece además una adecuada circulación sanguínea.
Estudios científicos demuestran que el consumo regular de aceite ajo disminuye el riesgo de padecer cáncer, e incluso reduce el crecimiento de tumores. El aceite de ajo es coadyuvante en el tratamiento de la diabetes por su efecto hipoglucemiante. También resulta útil en infecciones genitourinarias ya que sus componentes antibióticos se eliminan por vía renal.
Olivo (Olea europea):
El olivo es un árbol mediterráneo cuyo fruto, la aceituna, proporciona un aceite de excelente calidad y propiedades. Tiene una acción diurética beneficiosa en casos de hipertensión. Interviene en la disminución de los niveles de colesterol “malo” (LDL) mientras eleva los de colesterol “bueno” (HDL), por lo que previene la arterioesclerosis y sus complicaciones. Actúa sobre el corazón gracias al oleuropeósido, principio activo que ayuda a regular el ritmo cardíaco y mejor la circulación coronaria, y se puede utilizar como calmante y sedante.
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