La lavanda (Lavandula angustifolia):
Es un arbusto vivaz de flores azules, violetas o malvas, incluso blancas, que crecen en espiga en las laderas áridas, calcáreas y pedregosas de Provenza y los Alpes.
Entre los componentes que presenta encontramos Acetato de linalilo, Linalol, Ocimene beta CIS, Cariofileno beta y Acetato de Lavandulyle.
Propiedades del Aceite Esencial de lavanda:
– Se trata de un potente antiespasmódico.
– Actúa como calmante, sedante y antidepresivo.
– También es un potente cicatrizante, regenerador cutáneo y un gran analgésico.
– Es hipotensor.
– Tiene propiedades como antimicrobiano y antiséptico.
– Está indicado en calambres, contracturas y espasmos musculares.
– En estrés, ansiedad, depresión, agitación o insomnio.
– Actúa frente a acné, eczemas, psoriasis, prurito, quemaduras, llagas, escaras, úlceras, dermatitis o cuperosis.
– En reumatismos.
– En hipertensión arterial.
– En problemas de carácter nervioso como asma, espasmos digestivos, náuseas, migrañas o extrasístoles.
Modo de empleo:
Uso interno:
Tomar 2 gotas (incluso 3 gotas), tres veces al día, añadidas a una taza de infusión, o mezcladas con un poco de miel, melaza, azúcar moreno o aceite de oliva. Con cuentagotas.
Uso externo:
Aplicar 3 gotas en la planta de los pies o en la parte interior de las muñecas.
Cantidad diaria recomendada: De 6 a 9 gotas.
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