El sistema inmune es la defensa natural que tiene nuestro organismo contra las bacterias y los virus y trabaja constantemente para protegernos de infecciones, lesiones y enfermedades.

Para mantener nuestro sistema inmune en plenas condiciones, debemos seguir unos hábitos de vida saludables y aportar a nuestro organismo los nutrientes adecuados, ya que está bien establecido que la desnutrición y las deficiencias en uno o más micronutrientes disminuyen la función inmune.

Suplementación para subir el sistema inmune:

Los suplementos con efectos inmunomoduladores son una gran ayuda para activar nuestras defensas y hacer que funcionen a pleno rendimiento cuando más lo necesitamos. A continuación, te enumeramos algunos de ellos:

Vitamina C

La vitamina C protege nuestras células del daño oxidativo, contribuye al funcionamiento normal del sistema nervioso, ayuda a disminuir el cansancio y la fatiga, contribuye a la formación del colágeno necesario para las encías, los cartílagos, los dientes y la piel, pero, sobre todo, contribuye al funcionamiento normal del sistema inmunitario.
Con un buen aporte de vitamina C, nuestras defensas podrán luchar mejor contra los virus, ya que su acción como refuerzo del sistema inmunitario es lo que permite que nuestro organismo, cuando sufre el asalto de agentes patógenos, esté mejor armado para defenderse de esos ataques.

Equinácea

La equinácea es una planta procedente de la Medicina Tradicional de los indios americanos. Tiene acción inmunoestimulante debida a un aumento de las defensas del organismo mediante una estimulación no específica del sistema inmune.
Asimismo, se utiliza como coadyuvante en el tratamiento y en la profilaxis de las infecciones recurrentes de las vías respiratorias altas, también conocido como resfriado común.

Propóleo

El propóleo contiene resinas, ceras, aceites esenciales, polen, varios minerales, oligoelementos y vitaminas. Además, se han identificado diversos componentes, los principales con estructura flavonoide.
En estudios in vivo e in vitro se ha demostrado que tiene efecto modulador en la respuesta inmune al activas unas células inmunes llamadas NK (por sus siglas en inglés: Natural Killer), las cuales activan la producción de anticuerpos.
Asimismo, el propóleo tiene una gran variedad de propiedades antibacterianas, antifúngicas y antivirales, por lo que se trata de un gran apoyo natural para nuestro sistema inmune.

Zinc

El zinc es un oligoelemento esencial presente en todos los órganos, tejidos y fluidos del cuerpo humano en cantidades pequeñas. En nuestro organismo no hay un órgano de reserva que actúe como almacenamiento en caso de déficit en la dieta, de ahí la importancia de tener un aporte correcto de esta biomolécula.
Este oligoelemento tiene propiedades antibacterianas y antivirales. Tiene gran importancia en las funciones del sistema inmunitario: aumenta las defensas, la resistencia a las infecciones y apoya la respuesta al estrés oxidativo y la eliminación de radicales libres.

Vitamina D

La vitamina D3 es una hormona esteroidea que se encuentra en forma inactiva en el organismo y debe ser activada para ser funcional.
La vitamina D se caracteriza por tener ser un inmunomodulador con acciones diversas sobre el sistema inmune. Sus efectos beneficiosos sobre nuestras defensas son debido, en parte, a sus efectos en el sistema inmunitario innato. Tiene acción sobre la diferenciación y en la modulación de la respuesta monocitos-macrófagos, las células presentadoras de antígenos, las células dendríticas y los linfocitos T.
Nuestro organismo la produce cuando absorbe luz solar, por lo que es común su déficit, incluso en países que tienen muchas horas de sol al año. Un déficit de vitamina D puede afectar al correcto funcionamiento de nuestro sistema inmune, por lo que es importante controlar los niveles de este nutriente en nuestro organismo y recurrir a la suplementación con complementos alimenticios de calidad si es necesario.

Probióticos

La microbiota juega un papel muy importante en la salud de nuestro sistema inmune. Un 50% de las células inmunitarias se encuentran en el intestino, lo que hace que la flora intestinal o microbiota sea una de las principales barreras frente a los agentes patógenos. Por lo tanto, debemos cuidarla para asegurarnos de que funciona a pleno rendimiento, algo para lo que los probióticos son de gran ayuda.
Asimismo, en la actualidad hay una gran cantidad de literatura científica que respalda la capacidad de los probióticos para estimular la inmunidad, evitando la colonización de los patógenos y reduciendo la incidencia y gravedad de las infecciones.

Vitamina a

Se encuentra en los alimentos de origen animal y en los vegetales como provitamina A, en forma de carotenos.
Contribuye al metabolismo normal del hierro, al mantenimiento de las mucosas, la piel y la visión en condiciones normales, al funcionamiento normal del sistema inmunitario y al proceso de diferenciación celular.
Se acumula en grandes cantidades en el hígado y en el tejido graso de la piel y se destruye fácilmente con la luz y con las altas temperaturas.

Vitaminas del complejo b

Estas vitaminas contribuyen a muchas funciones en nuestro organismo, entre las que se encuentran el funcionamiento normal del sistema nervioso, del sistema inmunitario y del corazón.
También ayudan a la protección de las células frente al daño oxidativo, a regular la actividad hormonal normal y a disminuir el cansancio y la fatiga