Equinácea, procedente de la medicina tradicional de los indios de Norteamérica, tiene acción inmunoestimulante debida a un aumento de las defensas del organismo mediante una estimulación no específica del sistema inmune. Los principios activos son los polisacáridos, las alcamidas y los derivados de ácidos fenólicos. Actualmente, se emplea como terapia de apoyo y profilaxis en casos de resfriados, gripes, infecciones recurrentes del tracto respiratorio y otros procesos infecciosos.

Su acción es debida a un aumento de las defensas del organismo mediante la estimulación no específica del sistema inmune. Los polisacáridos, las isobutilamidas y el ácido cichórico se consideran los responsables de su acción. Está indicada en la profilaxis y tratamiento de resfriados leves o moderados, procesos gripales y otros procesos sépticos.

La raíz contiene derivados del ácido cafeico, tales como: ácido achicórico y ácido caftárico. Alquilamidas, principalmente isobutilamidas del ácido dodeca-2E, 4E, 8Z, 10E/Z-tetraenoico. Polisacáridos y glicoproteínas. Derivados poliacetilénicos.

Aceite esencial (≤ 0,1%).
Los preparados de equinácea administrados por vía oral o parenteral actúan sobre el sistema inmunitario produciendo diversos efectos: estimulación de la fagocitosis, inducción de la producción de citoquinas, estimulación de la proliferación linfocitaria, inhibición de la síntesis de prostaglandinas y leucotrienos, e inhibición de la hialuronidasa, entre otros. Estos efectos son el resultado de la combinación de la actividad de varios constituyentes, especialmente, polisacáridos y glicoproteínas, alquilamidas y ácido achicórico.

En particular, el mecanismo de acción de las alquilamidas ha sido estudiado en diferentes modelos tanto in vivo como in vitro, evidenciando una potente actividad inmunomoduladora y antiinflamatoria mediada en parte por una activación del receptor cannabinoide CB2. La actividad inmunomoduladora de las alquilamidas es más intensa a nivel de pulmones que de bazo, siendo capaces de estimular la actividad de los macrófagos alveolares en ratas sanas.

Por otra parte, el extracto etanólico estandarizado de parte aérea y raíz de Echinacea purpurea ha demostrado tener una capacidad para inhibir la inducción viral de diferentes citoquinas en una línea de células epiteliales bronquiales humanas.

Los virus ensayados fueron rinovirus 1A y 14, virus influenza A, virus respiratorio sincitial, adenovirus tipos 3 y 11, y virus herpes simple tipo I. Además, el extracto muestra una potente actividad virucida frente a los virus con membranas. Todo ello sustenta el empleo de los preparados de equinácea para reducir los síntomas de resfriados y gripes, y posiblemente de otras afecciones respiratorias, inhibiendo el crecimiento de virus y la secreción de citoquinas proinflamatorias.
Algunos extractos poseen también actividad cicatrizante de heridas, antioxidante, antibacteriana y antifúngica.