El aceite de Macadamia es perfecto para pieles que necesiten una terapia intensiva de hidratación. Suaviza, hidrata y regenera la epidermis, por lo que también se conoce como un componente perfecto para retrasar el envejecimiento y mantener las arrugas a raya. Al ser un aceite vegetal, penetra muy fácilmente en la piel, devolviéndole elasticidad y dejando el rostro sedoso.

Además, también se conoce como un potente anti inflamatorio, capaz de cicatrizar algunas marcas o heridas que presente la piel. Su textura es menos untuosa que la del coco o la manteca de Karité y lo puedes aplicar en forma de mascarilla para la cara, sérum o incluso contorno de ojos.

También es muy interesante su uso para el cabello, muy recomendado sobre todo si tu cabello se ve dañado, sin fuerza y sin brillo. El aceite de macadamia se impregna en los folículos del pelo y lo fortalece gracias a los diferentes ácidos grasos y lípidos que contiene. En definitiva, conseguirás una melena más resistente, hidratada y en definitiva bonita gracias a este ingrediente natural.

Algunas de sus propiedades son las siguientes:

✓ Antiinflamatorias – calma la piel;

✓ Antienvejecimiento – protege la piel;

✓ Rico en ácidos grasos esenciales (como omega-7 (ácido palmitoleico) y omega-9 (ácido oleico), vitaminas del complejo B, minerales y oligoelementos.

✓ Buen medio para tratar quemaduras solares y de cualquier otro tipo;

✓ Efecto de bloqueo de los rayos nocivos del sol, por lo cual a menudo se usa en lociones solares;

✓ Perfecto tanto para usar con cualquier aceite esencial como para masajes y aromaterapia;

✓ Contiene antioxidantes – puede reducir los signos del envejecimiento, mejorando la elasticidad y firmeza de la piel;

✓ Previene la aparición de estrías: su acción humectante ayuda a mejorar la elasticidad y firmeza de la piel, evitando así las rayas que dejan las estrías.

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